Por: Miguel "Lucho" González
Antes
de continuar compartiendo fotos y videos del trabajo educativo y cultural que
desarrollo en diferentes ámbitos de la comunidad, quisiera compartir un artículo
de Opinión sobre el tema de la enseñanza musical y el amor a la patria, el cual
considero resume las bases y líneas de acción que orientan todo mi accionar
como docente de música en todos los subsistemas y niveles en los que me toca
desempeñarme. Éste artículo lo escribí en el año 2004 y ha sido publicado en la
Revista Jóvenes del Colegio “Fray Luis
Amigó” (Nº 5 2004-2005); Yaracuy al Día (26-09-2008) y www.aporrea.org 07-02-2010.
Posteriormente
continuaré compartiendo otros artículos escritos anteriormente y los que se
vayan generando de acuerdo a las circunstancias presentes. Igualmente compartiré material de otros autores, que espero
sirvan para el crecimiento de todos como docentes y el fortalecimiento del amor
por nuestra cultura, en todas sus manifestaciones.
La
música y el amor a la patria
Hablar
de valores y sentido nacionalista en forma teórica es muy fácil. Lo interesante
es ponerlos en práctica. Esto se asemeja mucho a la cita bíblica que dice:
“Muéstrame tu fe (amor a la patria) sin
obras, que yo por mis obras te mostraré mi fe (amor a la patria)”. (St.
2,14-16).
¿Qué
quiero decir con esto?
Que
los valores y los sentimientos hay que demostrarlos con hechos.
Leí en un libro titulado “Sentimiento Venezolano
(1998), de Julio R. Cedeño F., unos comentarios y apreciaciones sobre
diferentes aspectos de la vida nacional, entre ellos la música, apreciaciones
que comparto y considero aún vigentes. Entre otras cosas el autor expresa que
nuestra música sufre de desamor tremendo, especialmente de los venezolanos, a
pesar de los esfuerzos de cultores y de muchas entidades públicas y privadas.
Esto es inconcebible e inaceptable, primero porque es una de las más hermosas y
variadas del mundo, y segundo, porque es la nuestra, porque es parte de nuestro
gentilicio, de nuestra nacionalidad, y en general del espíritu venezolano.
Múltiples son las causas que determinan esta situación.
-Falta
de patriotismo: en esto nos diferenciamos de otros países, que colocan su
folklore por encima de todo.
-Complejo
de inferioridad: al considerar que todo lo que viene de fuera, incluyendo la
música, es mejor que lo nuestro.
-Ausencia
de sensibilidad espiritual: lo que impide apreciar la verdadera belleza de
nuestra música.
Un
ejemplo de cómo deberíamos actuar todos los venezolanos lo representan los
zulianos, pues estoy seguro que nadie duda de la veneración que el zuliano siente por su suelo. Es tanto el orgullo que
sienten de haber nacido y vivido en su
tierra, que algunas personas llegan a calificarlo de “regionalismo exagerado”,
lo cual es preferible mil veces, y no la actitud de aquellos que son
indiferentes al suelo que les dio la vida, o les brinda cobijo o los ha acogido
como hijos.
En
el ámbito escolar se pone de manifiesto la falta de sentimiento patrio al
momento de entonar el Himno Nacional en los llamados “lunes cívicos”. Es
preocupante observar y oír cómo los
niños y algunos docentes parecieran no sentir ninguna emoción cuando entonan
nuestro himno, y el caso se hace más crítico a medida que aumenta la edad y el
grado de los niños. Los de los primeros grados cantan con entusiasmo el himno,
pero a medida que aumenta el grado ya casi
no cantan y en tercera etapa y diversificada pareciera que “les molesta”
tener que cantar el Himno Nacional. ¿Y qué decir del Himno del Estado o del
Himno Municipal?
Para
iniciar el rescate de ese valor llamado “sentimiento patrio” o “sentimiento nacionalista” he puesto en
práctica cuatro pautas de trabajo durante el ejercicio de la docencia musical.
1-ENSEÑANZA
DEL LENGUAJE MUSICAL DESDE LOS PRIMEROS GRADOS.
Esto
permite, en primer lugar, aprovechar los grandes beneficios que brinda la
enseñanza y aprendizaje de la música en las áreas cognoscitiva, actitudinal y
psicomotriz, los cuales están plenamente de
comprobados y, por otro lado, formar ciudadanos sensibles y oyentes
críticos, dispuestos a incursionar en el
mundo musical a través del canto o de la ejecución de algún instrumento.
2-LOS
OCHO HIMNOS Y CANCIONES QUE TODO VENEZOLANO DEBE SABER.
Este
punto se propone, como uno de los elementos fundamentales de la enseñanza
musical escolar, sembrar en nuestros
estudiantes el amor por la patria, ese sentimiento nacionalista que tanta falta
nos hace.
¿Cuáles
son esos 8 himnos y canciones?
No son otros que los himnos
oficiales y sentimentales de nuestro país, estado, municipio y de la
institución donde estudiamos o laboramos. A estos se debe sumar un Canto que
nos una como hermanos latinoamericanos y caribeños, dejando a un lado aquel
“Himno de las Américas”(del compositor Argentino Rodolfo Schiamarella), por excluyente.
Particularmente he compuesto un canto que titulé “Canto Al Alba Americana”, Oct
2010, donde se mencionan los 33 países que integran la CELAC
Da
un sentimiento de desaliento cuando se observa y escucha entonar nuestros
himnos en las escuelas, con un desconocimiento de la letra, la música y apatía
al cantarlo.
¿Son
culpables los estudiantes? Considero que no.
Nadie
aprende, ni conoce, ni ama lo que no se le enseña.
Desde
el primer grado, mejor aún, desde el preescolar, o mucho mejor, desde el hogar,
debemos comenzar a enseñar la letra y música de estos himnos y canciones, y
progresivamente ir afianzándolos en la memoria y profundizando en su sentido e
historia, hasta lograr esa toma de conciencia que nos hará mejores ciudadanos.
La
lista variará en función del estado, municipio e institución donde se labore.
Por
ejemplo, para el estado Yaracuy y la institución “Juan José de Maya” , de La
Ascensión, donde trabajo desde hace 10 años, ubicada en el Municipio San Felipe, los ocho
himnos y canciones son los siguientes:
1-Himno
que nos una como Latinoamericanos y Caribeños: Canto Propuesto: Canto al ALBA Americna (L y M: Miguel “Lucho” González)
2-Himno
Oficial de la República Bolivariana de Venezuela: Gloria al Bravo Pueblo…. Letra de Vicente Salias y Música de Juan José
Landaeta.
3-
Himno Sentimental de la República Bolivariana de Venezuela: Alma llanera
Letra
de Rafael Bolívar Coronado y Música de Pedro Elías Gutiérrez.
4-Himno
Oficial del Estado Yaracuy: Alto la fama pregona…
Letra
de Pedro María Sosa y Música de Fermín
Abdón Ramírez.
5-
Himno Sentimental del Estado Yaracuy: Morir es Nacer…..
Letra
de Manuel Rodríguez Cárdenas y Música de Rafael Andrade.
6-Himno
Oficial del Municipio San Felipe: Por la ruta del sol…
Autor:
Diógenes Antonio Hernández
7-Himno
Sentimental del Municipio San Felipe: San Felipe (Vals)
Autor:
Jesús Reverón
8-
Himno de la U.E. “Juan José de Maya”
Letra
de María Luisa Gutiérrez y Música de Martín Rodríguez Roa.
3-INICIACIÓN EN LA EJECUCIÓN DE UN INSTRUMENTO:
En
esta área le dedico mucha importancia al cuatro como instrumento nacional, de
relativa facilidad de adquisición para los estudiantes, fácil de manipular por
su tamaño y que permite acompañar todo
tipo de música. También se podría
iniciar a los estudiantes en la guitarra, teclado y percusión popular.
La
enseñanza de la ejecución de un instrumento potencia el desarrollo de
habilidades psicomotrices y mejora la inteligencia al exigen el trabajo del
toda la masa cerebral en sincronización con los miembros y sentidos del cuerpo.
La
enseñanza a todos permitirá tener los integrantes de las agrupaciones
culturales en las instituciones educativas, fruto de un proceso de formación y
oportunidad para todos, para así erradicar la práctica excluyente de la
“selección” o “audición” para escoger a los que “pueden” formar parte de los
grupos.
4-SEMBREMOS
UN BOSQUE MUSICAL
Con
esta frase quiero hacer referencia al inicio de un trabajo pensado a largo
plazo, sin caer en la trampa del “inmediatismo”. Cuando un agricultor siembra
un bosque de pinos o cedros, sabe que va a invertir mucho tiempo para obtener
los resultados, pero que estos serán buenos y duraderos.
Sembrar
un bosque musical implica iniciar a los niños desde temprana edad (Preescolar)
en el arte musical, despertar sus
inquietudes y talentos musicales, o en todo caso, detectar cuales son
inquietudes y aptitudes artísticas.
Al
igual que el agricultor, que siembra algunas plantas menores entre los árboles
para obtener algunos frutos mientras se consolida la plantación, en nuestra
siembra musical iremos desarrollando actos donde los estudiantes vayan
disfrutando y demostrando sus avances, pero sin perder de vista el objetivo
final.
Pensemos
en grande. Pensemos en el futuro. Sembremos hoy lo que queremos cosechar mañana
y por siempre.
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